El Hospital General de Zona # 14 y la residencia de medicina interna
Estimados lectores, bienvenidos de nuevo a «Medicina ¡Para llevar!»
Antes que nada, 2 aclaraciones:
- Durante el artículo te hablaré de saturación de oxígeno (que se mide con un aparato pequeño llamado oxímetro de pulso) (Mira la imagen de abajo). Mencionaré «saturación» u «oxigenación» indistintamente, pero me estaré refiriendo a lo mismo.
- Este artículo tiene un fin informativo, que te ayudará a saber cuándo la oxigenación en un paciente con COVID19 es normal, cuándo ha cruzado una línea peligrosa y cuándo el paciente requiere oxígeno en casa, lo que a mí me es de mucha ayuda saber cada vez que tengo contacto con personas que tienen COVID19, ya que esa información me ayuda mucho para tomar decisiones oportunas. Por ningún motivo hagas modificaciones a ningún tratamiento de ninguna persona, basado en lo que estás leyendo a menos que seas médico y conozcas del tema. Todo paciente con COVID19 requiere supervisión médica desde el primer día en que se sospecha o se diagnostica la enfermedad.

La pandemia ha enseñado a los habitantes del mundo, a estar al pendiente de la saturación de oxígeno y, por supuesto, a manejar un oxímetro. Tan cierto es lo anterior, que a lo largo del año pasado este dispositivo se agotó y sus precios se elevaron exageradamente, no podías conseguir uno, para desesperación de los compradores. Como médico, este aparato me es de invaluable ayuda para saber con alta probabilidad, qué tan «cargada» de oxígeno se encuentra la hemoglobina, la proteína que la hace de coche para llevar a 4 pasajeros o moléculas de oxígeno, cada vez. Además, la hemoglobina le da a la sangre ese color rojo tan característico e intenso, que asusta a unos e hipnotiza a otros.
¿Porqué es importante conocer cuánto «oxigenamos»? (saturación de oxígeno):
Porque un descenso en la saturación de oxígeno puede indicarnos que algo está yendo mal en nuestro cuerpo, por una causa transitoria o persistente; si no respiramos, morimos, así que detectar a tiempo la incapacidad de nuestro cuerpo de obtener el oxígeno, es vital, porque podemos buscar cuál es el problema y dejar un tratamiento, incluyendo al famoso gas a través de puntas nasales o mascarilla; también, una vez que las cosas vayan mejorando, a través del oxímetro podremos observar que la saturación aumenta, lo que nos permite ir disminuyendo la cantidad de oxígeno administrado, hasta que llega el momento en que tenemos la certeza de que la persona puede estar sin el uso de un tanque o un dispensador y, así, darlo de alta para que reinicie su vida nuevamente.
Conocer y familiarizarnos con la saturación de oxígeno en estos tiempos de COVID19 es INDISPENSABLE:
El COVID19 vino a poner el mundo de cabeza; es una enfermedad que no conocíamos, provocada por un virus que tampoco había enfermado antes al ser humano, para el cual aún no hay tratamiento. Se caracteriza por iniciar con síntomas que recuerdan un resfriado y, en unos 7 días aproximadamente, progresar hacia un daño pulmonar severo, con dificultad respiratoria, y caída de la saturación de oxígeno. Esta última alteración, puede ser lo primero que detecte una persona (aunque no se sienta mal) y, de ahí, tan fácil como eso, buscar atención médica o realizarse una prueba donde se le detecta que tiene la infección. La ayuda en detección temprana que nos brinda el oxímetro es invaluable.
El primer paso es tener un paciente que tenga COVID19 y, ahora sí, con el diagnóstico hecho, nuestra tarea será vigilarlo porque, como dije, en el día 7, casi todos los que van a empeorar, lo hacen.
Vayamos, pues, avanzando por el mundo de la interpretación de los resultados en la medición de la saturación de oxígeno; te anticipo que será fácil, pero ¡llega hasta el final de este artículo para que tengas todos los detalles!
COVID19 con saturación de oxígeno normal: el sueño de cualquiera, el 95 %.
Una oxigenación normal en una persona con COVID19, es aquella que marca 95 % o más. En este punto, lo más probable es que se trate de un cuadro de enfermedad leve o, máximo, moderado, porque su oxigenación se mantiene normal. Por supuesto que podrá sentir que un camión le ha pasado por encima, tener fiebre, dolor de cuerpo, tos, mareo, diarrea, lo que sea, pero su oxigenación se mantendrá normal y, mientras eso ocurra, tendrá todas las de ganar. Si tuviera que escoger qué paciente con COVID19 quisiera ser, sería este, con un maravilloso 95, 96, 97 o 98 % de saturación de oxígeno corriendo por mis arterias.
COVID19 en zona de riesgo, empezándonos a preocupar: el 94 %.
Es la parte más alta de la colina, un paso antes de deslizarnos por el tobogán que nos hará entrar a los terrenos peligrosos del COVID19. La persona que se mantiene en 94 %, nos está diciendo: «Mi pulmón está afectado, aunque no me siento propiamente mal, incluso hasta puedo respirar bien», pero su oxigenación ya nos indica que ha dejado la normalidad, ya no está «como si nada», algo le está pasando. Como médico, es mi obligación decirle a un paciente, en este punto, que las cosas podrían complicarse en los próximos días. Se encuentra en el limbo. no es «ni de aquí, ni de allá». No hay cambios en el tratamiento, el presente es llevadero, pero el futuro es el que nos preocupa.
Si tú o tu paciente han alcanzado el 94 % de saturación, y ahí se mantienen, busca inmediatamente a un médico, porque será importante estar checando diariamente la saturación de oxígeno y ver si, con suerte, se mantiene ahí, o empezará el descenso peligroso que siguen todos los que se han complicado por la enfermedad.
¡Todo paciente con COVID19 tiene que contar con supervisión médica!

COVID19 severo, empieza a buscar un tanque de oxígeno o un dispensador: 93 % o menos.
Cuando ya la oxigenación llega a 93 % y sigue disminuyendo, el paciente ha entrado a COVID19 severo, y su riesgo de seguir empeorando en cuanto a esa medición y en cuanto su manera de respirar, estará más latente que nunca. La severidad del COVID19 no depende únicamente de la oxigenación, pero es un parámetro a tomar en cuenta desde etapas muy tempranas ya que puede ser el primer indicio que se detecte de que algo no está bien e, incluso, que la persona puede tener COVID19. Si eres médico, te recomiendo que le des una leída (o varias), a este excelente artículo del NEJM sobre COVID19 severo, de diciembre del año pasado (https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMcp2009575).
Siempre que uno de los pacientes que atiendo en estos tiempos de pandemia, cruza esta línea, le pido a sus familiares que vayan buscando un tanque de oxígeno o un dispensador, porque, a como están las cosas, conseguirlo puede llevar tiempo y una persona con COVID19 puede empeorar en cualquier momento.
¡Llegar al 93 % significa que tenemos un caso severo, y un médico tiene que estar supervisando la evolución del paciente! ¡Cuidado!
COVID19 severo que requiere oxígeno: 91 % o menos.
Hemos llegado a donde las cosas se pondrán sumamente complicadas: el paciente va a requerir oxígeno suplementario en forma de puntas nasales y, de ahí, si no es suficiente con el oxígeno administrado, tendremos que aumentar la cantidad; si continúa siendo insuficiente, tendremos que cambiar las puntas nasales por las conocidas mascarillas que pueden ser con o sin reservorio, y así sucesivamente hasta agotar todas las medidas.

¿Porqué decimos que un paciente requiere que le administremos oxígeno suplementario?
Porque cualquier persona que mantenga una saturación de oxígeno menor a lo normal, tiene mayor riesgo de morir, simple y sencillamente por eso. Entonces, ya puedes darte cuenta qué buscamos los médicos cuando nos ponemos a aumentar la cantidad de oxígeno que recibe un paciente («le subimos al oxígeno»), o cuando, por el contrario, vemos que empieza a oxigenar en cantidades altas y entonces le tenemos que bajar (porque también, es necesario aclarar, que dar excesivas cantidades de oxígeno también aumenta el riesgo de muerte).
El oxígeno es maravilloso, y sostiene nuestras vidas, pero también es un medicamento, que hay que dar a la menor dosis posible, por el menor tiempo posible.
¿Y cómo saber si la cantidad de oxígeno administrado, es suficiente?
Asegurándonos que esa cantidad de oxígeno está haciendo que suba nuestra oxigenación, lo que poco a poco irá acercando al paciente con COVID19 a las metas en las que necesitamos mantenerlo, o sea, entre un 92 y 96 %, ni más, ni menos. Ese es el objetivo que buscamos al aplicar el oxígeno y, poco a poco, si se requiere, irlo aumentando hasta llegar a esos números.
¿Y qué es lo que ocurre si una persona con COVID19 y con tanque de oxígeno no alcanza el 92 % mínimo?
Tristemente, esto puede conllevar a mayor daño pulmonar, lo que llevaría al paciente a aumentar su frecuencia respiratoria en tal cantidad, que prácticamente tendría que llegar el momento en que tuviéramos que intubarlo, entrando al aspecto más crítico del COVID19, ese donde hasta 9 de cada 10 pacientes no logran sobrevivir (aunque dea mortalidad puede depender, entre otros aspectos, también del lugar en donde se esté atendiendo a un paciente).

Conclusiones:
Conocer la saturación de oxígeno de una persona es muy importante, sobre todo con COVID19, ya que su descenso es un indicador de severidad de la enfermedad.
El mejor paciente con COVID19 es aquel que tiene 95 % o más.
El paciente que está en modo de suspenso acerca de su futuro es el que marca 94 %.
El peligro aumenta al oxigenar 93 % o menos (92 %, 91 %, 90 % 89 %), ya que todo paciente con COVID19 que curse de esa forma se considera que tiene la forma severa de la enfermedad.
Cuando encontramos una oxigenación de 91 % o menos (o sea, menor de 92 %), es cuando iniciamos oxígeno suplementario en casa, mediante un tanque o un dispensador eléctrico, aumentando la cantidad poco a poco hasta utilizar el mínimo necesario para que una persona alcance la meta de saturación, que va de 92 % a 96 %.
Espero que este artículo te haya aclarado el panorama acerca de las saturaciones de oxígeno y las oxigenaciones en los pacientes con COVID19. De cualquier modo, debo recalcar que a pesar de que hayas entendido perfectamente lo que te he explicado, es importantísimo que cualquier persona que haya sido diagnosticada con esta nueva enfermedad se mantenga bajo supervisión médica, monitoreando los niveles de saturación de oxígeno, las características de su esfuerzo respiratorio y el resto de síntomas, si los hay. ¡NO TOMES DECISIONES ACERCA DE ADQUIRIR OXÍGENO, INICIARLO O RETIRARLO, POR TU CUENTA! eso le corresponde solamente al médico.
¡Nos leemos, en la próxima! ¡Hasta pronto!

Dr. Luis Enrique Zamora Angulo, Médico internista.
Contacto: drzamoramx@gmail.com. Informes y citas al 3313377604 (si escribes desde el extranjero, agrega el + 52, antes del número).
¿Alguien que conoces tiene COVID19, y requiere una valoración médica? Yo puedo ayudarte.
Puedo recibirte en mi consultorio médico o, si lo prefieres y se te facilita, también puedo acudir a tu domicilio.
Si vives fuera de México o simplemente no deseas salir de casa, también cuento con el servicio de asesoría médica en línea.
Para mayores informes, entra aquí: https://doctorhumano.mx/contacto-citas-y-servicios/.
¡Envíame un mensaje, será un gusto atenderte!
4 Comments
En marzo (2021) tuve COVID-19 (yo y toda mi familia), el doctor me dijo que tenía principios de neumonía, me dieron tratamiento ambulatorio estaba oxigenando 84-85.
Al día siguiente (unas 35 horas después) fuí a pedir una segunda opinión me hicieron una tomografía, no me dijeron más, sólo que debía quedarme hospitalizado estaba oxigenando 83-84, no me explicaron nada, ni siquiera me preguntaron la evolución sintomática, al no aceptar quedarme se enojaron y no dijeron más, no me dieron ninguna receta ni recomendación esto fue en el ISSSTE. Seguí con mi tratamiento del otro médico, Antibióticos, AINE, inhaladores, anticoagulantes y no recuerdo cuanta cosa más, pero no me mandaron oxígeno.
Mi pregunta, ¿Qué estudios tengo que hacerme para una valoración acerca de como están mis pulmones y si hay consecuencias permanentes en ellos? ¿Quién hace dicha valoración?
El COVID19 es una enfermedad aguda casi siempre que se curará tras unos días (15 en el caso de un caso leve o moderado y 21 en casos severos o poco más en críticos). Hay secuelas que llegan a durar hasta 3 meses, pero ninguna descrita que tenga que ver con un «daño permanente» a los pulmones. No es necesario un estudio de seguimiento para evaluar el estado pulmonar tras la enfermedad, a menos que tras unas semanas de haber sido dado de alta, se sigan experimentando síntomas respiratorios. Lo único recomendable es acudir al médico. Saludos.
Muy buen post. Gracias por compartirlo.
¡De nada! Ojalá haya sido de utilidad.