COVID19: «¡No quiero ir al hospital ni que me aíslen!¡Prefiero morirme en casa!»

Hace algunas semanas, por la mañana, encontré en mi bandeja de entrada y correo electrónico, un mensaje donde se me solicitaba una consulta médica; contacté con el remitente, pregunté si podía llamarla de regreso (era mujer) y, tras su aprobación, instantes después ya me estaban poniendo al tanto del problema.

Datos más, datos menos, el paciente en cuestión era un hombre de más de 50 años de edad, con antecedente de fibrosis pulmonar, que estaba experimentando dificultad respiratoria; la familia tenía miedo de llevarlo al hospital porque, como hay pacientes con covid19 en varios de los hospitales de México (incluyendo Guadalajara, Jalisco), lo que menos querían era que pudiera contagiarse o, en el peor de los casos, que se «los quitaran», llevándolo al aislamiento obligatorio, donde, si ocurría lo peor (muerte), no habría nadie de su familia cerca de él, quedándose el paciente con la única compañía del personal de salud, enfundado en los agobiantes trajes blancos, caretas, goggles y cubrebocas, «outfit» ya tan acostumbrado desde el inicio de la pandemia. Como esto ha sido una constante, y estos comentarios los he leído y escuchado muchas veces desde hace ya casi un año, creo que ha llegado el momento de escribir sobre el tema y aclararlo, de una vez por todas.

Si no tienes COVID19, ¿Qué tan peligroso es que vayas a un hospital? ¿Te vas a contagiar?

Pareciera que la gente tiene la idea de que, adentro del hospital, todo está contaminado de coronavirus, ya que las imágenes que se ven por internet, mexicanas o extranjeras, casi siempre muestran al personal de la institución, usando los temibles trajes blancos que los cubren de pies a cabeza, lo que indica que, claramente, algo muy malo está ocurriendo adentro, algo como un enemigo invisible y mortal que habita entre esas paredes, esperando el momento oportuno para infectar a alguien y, en unos días, acabar con su vida. No los culpo, también nosotros, aún como profesionales del área, tuvimos que familiarizarnos con todo eso y, tristemente, podría decir que se volvió algo cotidiano.

Logotipo del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Cuando las personas piensan en el binomio hospital-COVID19, se imaginan a un paciente en muy mal estado de salud, que no puede respirar, que usa una mascarilla plástica de color verde o azul, con alto flujo de oxígeno, y que apenas puede hablar; podría ser que le cueste mantenerse despierto y estar rodeado de médicos y enfermeras, algunas de estas últimas corriendo en todas direcciones, estresadas, tratando de cumplir las indicaciones de algún médico líder de equipo, que está preparándose para intubar. Seguramente consideran que así pasa, con un paciente y luego con otro y, en más de algún hospital, confirmo, así ocurre.

La gente piensa que el hospital es un «hervidero» de virus, listos para infectar al que ponga un pie adentro, y también ha de pensar que todos nosotros, como personal, vamos al matadero, al sacrificio, puedo apostar que eso es lo que sucede, sin embargo, esta percepción está equivocada (mucho), y te explico porqué tienes que cambiarla.

El aislamiento obligatorio que se hace en los hospitales, es parte de una estrategia:

De entrada, en el hospital, las áreas destinadas a COVID19, están reacondicionadas para llevar a cabo el aislamiento necesario para atender a estos pacientes, llevando al mínimo posible el riesgo de contagio para el personal, porque ya sabemos que los pacientes que están ahí, tienen la enfermedad o tienen altas probabilidades de tenerla. Ninguna persona, aparte del personal médico y de enfermería, puede estar en esa área, por cuestión de seguridad, y no por una descortesía o falta de ética ni del gobierno, ni del instituto, ni de los médicos. La gente tiene razón cuando dice que, a sus pacientes, «ya no los ven de nuevo» (muchas personas aisladas están críticamente enfermas y muchas, lamentablemente, mueren), pero donde no tienen razón, es en el enfoque malévolo que le dan a este suceso, en donde el personal o las instituciones aíslan a los pacientes como parte de una conspiración gubernamental e, incluso, para hacerles daño.

Todo esto es una gran mentira: a cada paciente se le facilita un teléfono celular para que esté en comunicación con su familia y, afortunadamente, casi todos los días tenemos alguna historia con un final feliz, en donde la persona, sentada en su silla de ruedas y acompañado de un familiar, toca con fuerza una campana (así como hacen quienes triunfan sobre el cáncer), antes de irse a su casa. Dentro de todo lo malo, también pasan cosas buenas.

Volviendo al punto, soy empático acerca de lo terrible y desgarrador que debe de ser no tener la oportunidad de despedirse de alguien que amas antes de que muera; en estos meses, me he puesto en el lugar de mucha gente, y las sensaciones que experimento me resultan insoportables pero, ¿qué más se puede hacer? Si, a ojos de varios, no es ética esta forzada separación, ¿Sí sería ético que los pacientes con COVID19 estuvieran en medio del resto, que tienen enfermedades que nada tienen que ver con el coronavirus? Una persona con una infección en el pie (muy común en quien tiene diabetes), ¿Debe correr el riesgo de adquirir una enfermedad que tiene altas probabilidades de terminar en muerte si el cuadro es severo o crítico, para que las familias de quien sí tiene COVID19 estén conformes con la atención? Sé que suena duro, pero la verdad es que no, no es ético hacerlo, el aislamiento tiene que ser obligatorio.

Personal de salud trasladando a una persona con sospecha de enfermedad por SARS-CoV-2.

Lo que se hace en los hospitales está respaldado por la ciencia:

Desde finales de diciembre del 2019, hemos aprendido muchas cosas. Hemos descubierto contra qué nos enfrentamos, qué tan contagioso puede llegar a ser, quiénes son los que tienen mayor riesgo de presentar enfermedad severa o morir, cuántos días tardan en aparecer los síntomas, y cuántos días son necesarios después de ser diagnosticado, para que ya no haya peligro de que el enfermo contagie a otros. Toda esta información respalda el mensaje que a pocos les gusta: «tenemos que pasar a su paciente al área COVID».

Contrario a la calle, todo lo que ocurre dentro del hospital está apoyado en ciencia, en información que hoy, gracias al internet, vuela en segundos a todos los rincones del mundo y nos permite actualizar rápido lo que sabemos para, luego, atender mejor a las personas. Por esta razón es que, puedo decir, que el pensamiento popular de que «dentro del nosocomio se corre un gran peligro», está equivocado.

En mi hospital, estuve asignado en una primera etapa que duró 3 meses, al área COVID19, después, dicho hospital general de zona dejó de recibir pacientes con este diagnóstico; luego, empeoraron los contagios y volvimos a ser COVID19, lo cual no ha cambiado desde entonces. Al decir esto, puedo comentarte que los médicos que entramos a dicha área, nos ponemos todo lo que te describí al principio de este artículo: Goggles, careta, gorro, botas, bata, doble par de guantes, y gel antibacterial en manos al terminar de colocar cada prenda; ya dentro, no nos tocamos la cara para nada, hacemos las notas médicas ahí mismo y, al salir, nos quitamos todo con sumo cuidado, dejando la basura en su sitio y, parte del equipo de protección, en el lugar donde será recogido para ser lavado y esterilizado, pasando a la última etapa del protocolo que es rociarnos con un desinfectante, en todo el cuerpo.

El personal de enfermería, por su parte, también desarrolla sus actividades ataviado en semejante cantidad de aditamentos, y lo mismo el personal de intendencia quienes, también, están permanentemente adentro esterilizando, aseando y demás, obviamente con su equipo de protección personal ¿Ves?

Pensar en no ir al hospital por temor a infectarte, es un gran error si realmente necesitas estar internado para atenderte, porque, contrario a lo que ocurre en el hospital, ¿qué pasa afuera, en la calle?

Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social, que avisa que solo atiende a personas con COVID19.

El verdadero peligro está en la calle:

En el hospital, abundan las reglas, hay una manera de trabajar perfectamente descrita para atender a los pacientes con COVID19 y disminuir al máximo la probabilidad de que el personal se contagie. Seguimos, pues, las recomendaciones que han surgido de muchísimos estudios de investigación, no olvides esto.

Por el contrario, en la calle, gobierna el caos, donde están los que tratan de cumplir lo más que se puede con las indicaciones de usar cubrebocas, gel antibacterial, distancia y demás, y a los que evidentemente les importa muy poco y hacen mucho menos o nada, ya sea por ignorancia, tonta rebeldía o por terquedad.

Claro que uno trata de protegerse lo más que pueda, pero es inevitable que en algún punto de nuestras actividades todos coincidamos: los que acatan y los que no; en cualquier esquina, unidad de transporte público, reunión familiar, mercado, tianguis o tienda departamental, cualquiera puede contagiarse sin darse cuenta, porque el virus puede estar ya en una persona sin causarle síntomas (un estado que se define como «portador asintomático») y, esa persona, sin tener ni un miserable dolor de cabeza, puede contagiar al menos, a otras 3, y esas 3, a otras 3, y así sucesivamente. En el hospital ya sabemos quién está enfermo o quién puede estarlo, en la calle no ¿Ves la diferencia?

Afuera, en la calle, el riesgo de contagio está peligrosamente disparado a comparación de lo que ocurre en los hospitales, que saben que van a estar atendiendo a personas con COVID19, y se preparan para ello.

En plena pandemia, el hacinamiento de personas es inevitable, como ocurre en el metro de la CDMX.

Conclusión: Acabemos con los temores que no tienen fundamento.

La próxima vez que alguien te diga que le da miedo ir al hospital, ya sabes cómo se debe analizar la situación. No permitas que una errónea percepción de peligro haga que tomes una mala decisión para ti o alguien de tu familia, y que se deje de recibir atención médica oportuna, nada más porque se cree que lo estás poniendo a salvo del coronavirus y, mientras, otra enfermedad lo está matando.

Acércate a personas y profesionales de la salud que estén bien informados y, una vez que los identifiques, deja de lado lo demás que solo confunde; aunque no lo parezca, la desinformación provoca mucho daño.

No hay ningún lugar más seguro para alguien con COVID19 severo o en estado crítico, que un hospital, aunque el paciente esté aislado. Sé que quisieras tener a tu familiar siempre contigo pero, también, aprendamos a ver que el aislamiento bien indicado, no solo le da mayores probabilidades de salir adelante (por pocas que sean) sino, también, puede poner a salvo a tu familia y a ti, de un contagio.

Lamentablemente, la pandemia no respeta vidas, familias, ni gustos personales; a veces, tenemos que decidir sobre lo prioritario, y dejar en el camino lo demás.

Así es una pandemia; así, muchas veces, también es la vida.

Personal hospitalario en área de urgencias.

¿Tienes dudas o comentarios? ¡Déjalos al final de este artículo!

Te envío un saludo y nos leeremos, en la próxima.

Dr. Luis Enrique Zamora Angulo, Médico Internista.

Contacto: drzamora@gmail.com

Informes y citas: 3313377604 (Si me contactas desde el extranjero no olvides agregar » + 52″ antes del número).

¿Necesitas una consulta médica o una segunda opinión?

¿Tienes COVID19 o alguien de tu familia lo tiene y buscas atención médica? Estás en el lugar indicado. como médico internista me especializo en atender a personas mayores de 16 años de edad, que con diversos padecimientos. Si aún no te ha quedado muy claro lo que hace un médico internista, te recomiendo mucho que leas este artículo que aclarará todas tus dudas: https://doctorhumano.mx/necesitas-un-medico-internista-yo-creo-que-si/.

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Dr. Luis Enrique Zamora Angulo

https://doctorhumano.mx

Médico especialista en Medicina Interna desde el 2007. Realizo mi actividad profesional de manera privada en consultorio médico presencial y a través de asesorías médicas en línea, además de también laborar en el sector público, en el Instituto Mexicano del Seguro Social, desde el 2011. Divulgador médico desde hace 3 años, a través de las distintas plataformas digitales, y autor del libro "La guía definitiva para aprobar el ENARM", publicado y vendido en Amazon. Soy creador y anfitrión del podcast médico y canal de YouTube "Medicina ¡Para llevar!".

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3 Comments

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  • Mucha razón doctor, aunque en el HGCMR a los pacientes no les hacen más que vigilarlos, se lo comento pues es un relajo pues nadie quiere entrar a área covid.

    • ¡Hola! Sí, lamentablemente la desventaja de la institución es que sí no te toca un hospital con sus servicios bien organizados y el personal comprometido, pueden darse las situaciones que mencionas. Ojalá todo eso vaya cambiando con el tiempo y las nuevas generaciones. Abrazo.

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