¿Cómo buscar un médico por internet? El error que NO debes cometer y lo que tienes que tomar en cuenta

Los motivos por los que una persona busca atención médica privada, son variados: unos porque no pueden esperar todo lo que se tarda el sistema de salud público en darles las citas, otros, porque se sienten más cómodos, y los demás porque piensan que la atención privada es mejor que la que se recibe en las instituciones de seguridad social. El caso es que las personas empiezan a buscar quién podría atenderlos.

Si el médico forma parte de una recomendación, el asunto está resuelto: la persona acudirá con la tranquilidad que da enterarse de la positiva experiencia que otros vivieron, ya sabrán también cuánto cobra por consulta el médico recomendado e incluso, aunque a algunos les pudiera parecer costoso de todos modos acudirán, porque ya les aseguraron que, el doctor, como Bayer, «es bueno».

Pero la cosa cambia cuando están buscando médico y tienen que hacerlo por cuenta propia porque no hubo recomendación, y llega la hora de zambullirse en el infinito océano que es el internet, con todos sus riesgos y posibilidades.

¿Qué hacer para garantizar una buena elección? En este artículo trataré de darle sentido a todo lo que debe tomarse en cuenta para hacer una buena elección. Son consejos que yo aplicaría, pero que afortunadamente no tengo qué hacer porque yo soy mi propio médico (bueno, alguna ventaja tenía que tener con tantos años invertidos en esta profesión, ¿no?).

«Está caro, bye!»

¿Qué es «caro»? Esto varía en relación a lo que cada persona piensa. Para mí, «caro» podría ser un celular de más de 15,000 pesos, pero otros pagarían gustosos más dinero por un equipo, todo depende del uso que le vayas a dar y qué tan satisfactoria sea la experiencia vivida cada vez que se utilice el dispositivo. Lo caro, pues, es relativo.

Sobre el precio de las consultas médicas, esto se traduce de 2 maneras distintas en la mente de las personas:

  1. La cantidad que ya esperan que se les cobre de acuerdo al lugar en donde esté ubicado el consultorio (zonas exclusivas donde ya se sabe que la atención cuesta y quizás mucho).
  2. Un precio consideran general para este servicio, o sea, «en lo que debe de andar más o menos» (en Guadalajara diría yo que son $ 500 pesos mexicanos o 25 USD). Esta segunda percepción es donde se gestan los mayores problemas para decidir, porque se tiende a considerar en automático que arriba de este número el costo es «caro» y debajo de eso, barato. Sobran las decepciones cuando este supuesto se confronta con la realidad.

Entonces lo que tenemos que hacer es deshacernos de nuestros sesgos, y para eso, hay que tomar las cosas desde otra perspectiva, lo que simplificará mucho las cosas. Hay que flexibilizar.

Primer paso: Establece un presupuesto máximo para invertir en la consulta

Cuando busques consulta médica, establece el presupuesto máximo que te permitirías invertir (no importa si a tu «yo» cotidiano le parece «caro», no importa si hacerlo representa mucho esfuerzo de tu parte, pero que sea algo que consideras razonable y podrías pagar), con esto, habrás reducido tu número de candidatos, y ya no estarás tronándote los dedos decepcionándote ante cada médico que cobre más de lo que aceptarías pagar, no te sientas mal, ya hiciste un esfuerzo colocando el listón de tu inversión más alto de lo que normalmente acostumbras.

Segundo paso: Establece un presupuesto mínimo pero evita la «trampa»

Ya con el monto máximo posible establecido, ahora debes establecer el monto mínimo que invertirás, pero aquí el truco es que aunque sea tu monto mínimo a pagar, este no debe hacerte sentir que estás poniendo en duda la calidad del servicio que vas a recibir.

Pregúntate: «¿Cuánto creo yo honestamente que debe de valer como mínimo, la consulta del médico que estoy buscando? ¿Cuál es la cantidad mínima que yo pagaría y que me haría sentir confiado al acudir a esa cita?» Haz este ejercicio mental de manera honesta y tomando en cuenta lo difícil y larga que es la carrera de medicina, eliminando ese valor espontáneo que todos le damos a cada cosa o servicio, ¡Elimínalo! Si lo haces bien, tendrás un monto mínimo que te dará tranquilidad a la hora de escoger al médico.

Porque los seres humanos somos muy contradictorios: se tiende a gastar lo menos que se pueda para obtener el mayor beneficio posible, pero llega un momento en que si lo que encontramos nos parece muy barato, dudamos de la calidad. Por esto, es importante definir bien el mínimo que debe costar algo y que nos evitaría desconfiar.

Digamos que buscas un ginecólogo, y tu monto máximo para la consulta lo estableces en 900 pesos, dejando el mínimo en 500 pesos; pues bien, arriba de 900 lo consideras demasiado y menos de 500 no te dará tranquilidad. Dentro del rango de 900-500 pesos mexicanos estará el candidato que buscas, y lo vas a encontrar.

¿Tu margen resultó «bajo» y sientes que no obtendrás un buen servicio? ¡Ni te preocupes!

Podría ocurrir que tu margen inferior te parezca barato y no sea mucho de tu agrado; ante esto diré que te entiendo perfectamente, pero también que no debes de preocuparte mucho por eso, solo dedícate a establecer el margen, nada más. Si crees que está «muy accesible», recuerda esta otra regla:

Dentro de cualquier rango de precio, habrá un excelente médico esperándote; ni todos los que cobran muy caro son los mejores, ni tampoco los que cobran «barato» son los peores. Por distintos motivos, hay médicos muy capaces que se mantienen cobrando honorarios muy accesibles para una consulta de especialidad (recuerdo mis inicios y lo que mi consulta costaba en el primer hospital privado en donde trabajé, y vaya que era muuuuuuy barato).

Porqué dichos médicos especialistas cobran de repente precios tan accesibles, escapa al fin de este artículo, solo sábete que existen, y eso puede jugar a tu favor. No desprecies tu margen inferior.

Buscando a tus candidatos (plataformas, google maps, Facebook):

Internet ha llevado al límite la habilidad para buscar a esa persona que puede resolverte un problema, trátese de lo que se trate, y los médicos no son la excepción. Para buscar uno en internet, básicamente yo iría a 3 lugares: Doctoralia, Facebook y Google maps.

Doctoralia:

Doctoralia es la plataforma/directorio para médicos y pacientes donde unos se promocionan y otros buscan atención médica; si bien la opinión de muchos doctores sobre ella no es muy favorable en cuanto al servicio que les ofrecen (me incluyo), lo que he podido constatar es que a quienes buscan médico, les facilita enormemente las cosas. Hay miles de profesionistas en todo México registrados, y buscar alguno es completamente gratis para los potenciales pacientes.

En el buscador de la plataforma, al estilo google, puedes poner las palabras que definan fielmente aquello que estás buscando (ej. internista Guadalajara), y aparecerá una lista de doctores y doctoras con las respectivas valoraciones de algunos de sus pacientes, que te podrían servir, y mucho.

Buscándole más fácil: Facebook

Sobra también el médico que tiene una FanPage de Facebook (¡Por supuesto, me incluyo!). Encontrar estas páginas es tan fácil como buscar la especialidad que requieres y la ciudad en donde vives y las opciones saltarán a la vista. Ya en la página, puede ser que haya botón de inbox o de whatsapp, que te permita pedir información directamente sobre horarios, costos y servicios. En mi experiencia particular, esa facilidad ha sido muy útil para entrar en contacto con quien desea agendar una cita.

Mi P´ágina profesional de Facebook.

Tip muy importante: invierte un par de minutos para recorrer algunas de las publicaciones del doctor, pues probablemente haya alguna que sea justo lo que necesitas para decidirte. También y de una vez, date otra vuelta por los comentarios, y analiza lo positivo o negativo que ahí se mencione.

Un artículo que escribí gracias al paciente que logró dejar de usar insulina gracias a un excelente tratamiento.

¿La quieres todavía más fácil? Google Maps

Otra opción es abrir google maps y poner en el buscador la especialidad del médico o tipo de servicio que necesitas, tal como lo harías en Facebook o Doctoralia. Aparecerá entonces una lista de opciones ordenadas desde la relevancia, hasta la distancia de cada uno con respecto al lugar de donde estás haciendo la búsqueda. Ya es sumamente común que los médicos hayan dado de alta su consultorio en Google Maps, lo que facilita la búsqueda para quien desee recibir atención en las inmediaciones de su ubicación.

Me ha resuelto la vida infinidad de veces con otros servicios, así que si buscas un médico tampoco te va a fallar. Google Maps también tiene comentarios de usuarios, así que préstales atención. Sin embargo, no todo puede ser perfecto y un punto en contra de Google Maps es que es común que haya menos comentarios y que para saber el costo del servicio tendrás que hacer una llamada. Facebook y Doctoralia son más amigables con eso, y de las 3 herramientas, son en las que yo apoyaría mi búsqueda principalmente.

Apóyate en los comentarios de usuarios, pero apóyate sabiamente:

Con cada candidato, busca comentarios que hayan dejado disponibles otros usuarios, la experiencia previa de las personas allanan mucho el camino para el que busca. Checa cuidadosamente los aspectos positivos que tenga el médico, y destaca aquello que tenga más valor para ti (atención, puntualidad, comunicación, etcétera), haz esto con cada uno de los médicos que hayas tomado en cuenta, el gusto entra por lo bonito.

También checa los comentarios negativos:

No todo es color de rosa, nadie es «monedita de oro», y de que hay personas que no se sienten satisfechas con el servicio recibido, las hay (y si te preguntas por mí, sí, también me ha pasado, nadie está exento); estas personas dejan pues, comentarios negativos que podrán hacer que algunos de los que buscan desistan de llegar con el doctor que fue mal calificado.

¡Pero espera! No te dejes llevar por lo primero negativo que veas. Como siempre, para facilitarte la vida desde esta página, te dejo unos puntos muy importantes para que sepas capotear los mensajes poco agraciados, y que no afecten más allá de lo normal tu proceso de decisión.

  1. El promedio manda, NO GENERALICES: Es prácticamente imposible que algo o alguien tenga calificaciones perfectas. Si encuentras una mala experiencia reportada, pero aislada, no la tomes como algo determinante para descartar al posible candidato. Todos hemos sido usuarios y a veces basta con que no estemos de buenas para que los detalles imperfectos de aquello que estamos utilizando brillen con una intensidad insuperable. Si la mayoría de los comentarios que ves hablan bien del doctor, aquí aplica en el buen sentido que «si el río suena, es porque agua lleva». Un simple malentendido entre un excelente médico y un paciente, basta para echar a perder la experiencia de este último y que a la hora de calificar deje una miserable estrella. Mayoría manda, si la queja no se repite, no la tomes en cuenta.
  2. Si la queja es repetitiva, checa bien cuál es el motivo: Todos reaccionamos distinto cuando se trata de decir si algo nos gusta o no, y unos le dan más peso a una cosa que a otras, fíjate bien de qué se quejan los usuarios, y determina qué tanto peso negativo tiene eso para ti. A lo mejor el acceso al hospital no es tan sencillo, o se batalla con el estacionamiento, o no sienten cómodas las instalaciones, o el costo les pareció caro, o el trato del personal de recepción no fue muy amable. Una vez que tengas claro cuáles detalles son los que más quejas producen, ponlos en tu balanza y decide si los puedes permitir o no son tan importantes como para no ir con ese médico. Si 10 usuarios me dijeran que saliendo del consultorio los asaltaron, yo no iría (a lo mejor nadie).
  3. ¡Recuerda que al final, lo que realmente buscas es servicio! Pase lo que pase, antes de empezar a leer las valoraciones negativas, repítete que lo que buscas es servicio, o sea, el conocimiento y habilidades que cierto médico posee, para resolver un problema, lo demás, considero desde mi punto de vista, es secundario, negociable o tolerable, y qué mejor para ejemplificarlo que lo que me pasó con el pediatra de mi hijo hace mes y medio, te cuento.

Mi visita al pediatra:

Llegamos al hospital donde el doctor nos citó aquella mañana, para evaluar a mi hijo. El médico nos citó en el servicio de urgencias en donde tras saludarnos, solicitó a recepción que le facilitaran un consultorio para darnos la consulta, pero sorpresa: estaban en remodelación los 2, ¿Qué hizo? Nos pasó a urgencias a una camilla de adulto, donde acostamos al peque.

El escenario al que estaba acostumbrado desapareció y nos encontramos mi esposa y yo en un lado de una camilla, el bebé en el medio, recostado, y el doctor enfrente, mirándonos. La consulta se desenvolvió con la normalidad de siempre, pero ninguno de los 3 pudimos sentarnos durante 45 minutos; el doctor, de pie, revisó al niño y habló con nosotros, y nos dio la receta. El lugar estaba muy limpio, la camilla estaba tendida, pero sobre todo, el doctor que mi esposa y yo queríamos que revisara a nuestro hijo, y que consideramos un excelente pediatra, estaba haciendo su trabajo, con toda la calma y la cortesía que sabemos que tiene desde siempre, no podía pedir más.

Cuando vi que no íbamos a estar en consultorio, si bien me desconcerté un instante, era secundario, yo iba por un excelente servicio, y lo obtuve.

Ten esto siempre presente: tu prioridad es un buen servicio, en el peor de los casos, si esto peor no es algo determinante para ti.

El tip geográfico:

Si los costos de consulta por el área donde buscas te resultan elevados y escapan de tu presupuesto máximo, intenta buscar en otro sector de la ciudad; la zona geográfica tiende a influir con los costos en la atención, aunque también hay doctores que no cambian el costo de sus honorarios aunque atiendan en una zona menos exclusiva de la ciudad (recuerda que lo que sus pacientes buscan es un buen servicio, y lo importante es que él sea quien los atienda). Una consulta que cuesta 1000 pesos en alguna zona, puede bajar a 800 o 700, y seguramente llegar a ser más barata en otra. En todas partes de la ciudad hay buenos médicos, insisto.

Los costos en la atención médica no están estandarizados, así que está garantizado que habrá variabilidad en lo que vale una consulta, te lo aseguro, y por esto es un hecho que un precio más accesible no está peleado con la calidad.

Por último, todos estamos en internet:

Ya tienes tu margen, ya analizaste los comentarios de terceros, ahora necesitas aprovechar la magia del internet para concluir cuál de todos los posibles médicos es tu mejor opción, un extra en tu búsqueda que puede aportarte mucho.

Usa google para buscar a través de él, información de los médicos que más te hayan convencido dentro de los candidatos iniciales. Todos estamos en internet, con actividad propia de la personalidad de cada quién. Podrías encontrar páginas médicas en Facebook, publicaciones en diversos portales, videos en youtube o incluso puede ser que el doctor o doctora tenga su propia página web, entre otras cosas. Analiza lo que encuentres, seguramente algo te ayudará a terminar de decidirte.

Conclusión:

Si buscas un médico y alguien que conoces y que consideras de tu confianza te recomienda uno, no hay más vueltas qué darle, con ese irás, es el camino más fácil y que menos te pondrá en encrucijadas. Incluso el costo que la consulta tenga pasa a ser secundario.

Cuando no tengas de dónde obtener referencias, no busques en automático la opción más barata posible. Establece tu margen superior e inferior de inversión. Después, acude a 1 o más de las siguientes opciones: Doctoralia, Facebook o Google Maps, busca de 3 a 5 opciones que encajen en tu presupuesto y ahora sí, busca en los comentarios de los usuarios que han recibido el servicio que estás buscando.

Pon atención a lo bueno, y observa si lo que más valoras del profesional que estás analizando, es ensalzado. Por otro lado, también presta atención a lo malo, y determina si algo de lo negativo que se menciona es determinante o inadmisible para ti, lo que automáticamente descartaría a ese médico de tu lista. Insisto: sé muy honesto en aquello que resalte negativamente a tus ojos, no pierdas de vista que lo que buscas es un excelente servicio, y debieras de priorizar eso si lo que no está bien calificado no es tan grave.

Por último, puedes «googlear» el nombre del médico y ver qué otras actividades ha hecho en internet, habemos quienes escribimos, tenemos página web, o hemos grabado video, suficiente material para que te des una idea de cómo interpretamos y practicamos nuestra profesión, y de ahí, se termine de generar la confianza que necesitas para agendar una cita.

La opción que elijas será la mejor de todas, y al salir de tu consulta muy seguramente confirmarás que hiciste una buena elección, lo más importante es que hayas dado con quien resolverá tu problema.

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Dr. Luis Enrique Zamora Angulo

https://doctorhumano.mx

Médico especialista en Medicina Interna desde el 2007. Realizo mi actividad profesional de manera privada en consultorio médico presencial y a través de asesorías médicas en línea, además de también laborar en el sector público, en el Instituto Mexicano del Seguro Social, desde el 2011. Divulgador médico desde hace 3 años, a través de las distintas plataformas digitales, y autor del libro "La guía definitiva para aprobar el ENARM", publicado y vendido en Amazon. Soy creador y anfitrión del podcast médico y canal de YouTube "Medicina ¡Para llevar!".

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